Desde la Agrupación Salvemos La Señoraza buscan proteger la laguna de la construcción de una costanera, para lo que exigen que el titular del proyecto lo lleve al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
Fuente: Diario U. Chile
En pleno invierno y con el COVID-19 complicando un sinfín de actividades en el país, vecinos y vecinas de Laja iniciaron la defensa de la laguna La Señoraza, en especifico el sector del humedal, amenazado por la construcción de una costanera.
De ahí en adelante los procesos judiciales mediante los que han buscado proteger el medio ambiente no han sido favorables para la comunidad y la Agrupación Salvemos La Señoraza, sin embargo, aseguran que continuarán hasta el final su defensa.
A pesar de que desde junio hay una orden de no innovar vigente, que permitió la paralización de las obras de construcción, la comunidad buscar establecer que el titular – correspondiente al municipio y Constructora Manque – del proyecto debe llevarlo al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y así establecer el daño que se podría ocasionar.
Hace un par de semanas los recursos interpuestos por la comunidad fueron rechazados por la Corte de Apelaciones de Concepción, y a pesar de la decepción los y las vecinas decidieron apelar y hoy esperan ser puestos en tabla en la Corte Suprema.
“Las legislaciones, especialmente a partir de este año y las modificaciones que se introducen a la Ley General de Bases del Medio Ambiente en el mes de enero, establecen una forma de proteger este tipo de humedales urbanos. Lo que se está pidiendo es que se someta este proyecto a la normativa ambiental, es decir, que tenga que pasar por un estudio o declaración de impacto ambiental, y de esta manera se pueda proteger y ver los pro y contras que podría provocar este proyecto para la biodiversidad animal y vegetal que hay en el lugar”, explicó el abogado de la Agrupación Salvemos La Señoraza, Ulises Medina.
Junto a ello, el también presidente de la ONG de Conservación Winkul Lafken, explicó que dada la pandemia y los retrasos que esto ha dado a los procesos judiciales no es seguro que el caso se pueda resolver este año. Sin embargo, están optimistas con el futuro de la situación.
“Creemos que nuestros argumentos son bastante sólidos como para tener una respuesta favorable. De no ser así, contamos con bastante información para seguir otras vías legales, asumiendo que éste es el comienzo de una larga lucha que comenzó este 2020 y ha avanzado bastante. La agrupación Salvemos La Señoraza y los vecinos están en el pie del cañón en esta lucha”, expresó el profesional del derecho.
Por su parte, la abogada Carolina Rebolledo complementó que, dada la especialización de la Corte Suprema, esperan un resultado favorable: “La Corte de Apelaciones lamentablemente no tiene salas especializadas en el tema, el derecho medioambiental es algo nuevo y felizmente la Corte Suprema sí lo tiene en la tercera sala, así que estamos bastante esperanzados de que por ahí nos pueda ir mejor”.
“Lo que pide la comunidad no es nada fuera de lo común, lo único que se solicita es que se cumpla con la normativa ambiental vigente y que el proyecto sea sometido al Sistema de Impacto Ambiental. No significa que el proyecto no se haga, sino que existan medidas de mitigación ante el posible daño que se investigue, que es lo mínimo que se puede esperar”, añadió.
Desde la comunidad, Isolde Medina, integrante de la Agrupación Salvemos La Señoraza, ha participado de esta defensa desde el mes de mayo cuando inició la batalla por proteger el humedal. Seis meses después, comentó que aunque el proceso durante ha sido difícil, continuarán hasta el final en la defensa del medioambiente.
“A pesar de la resolución de la Corte de Apelaciones nosotros hoy estamos más entusiasmados que nunca con nuestra defensa, porque se ha ido sumando mucha más gente a nuestra agrupación y le ha dado un renovado brillo a nuestro quehacer. Lo que nos interesa es que todavía está vigente la orden de no innovar. Eso es importante, que todavía no se pueda continuar con los trabajos, así que estamos esperanzados”, aseveró.
La orden de no innovar ha dado un cierto respiro a la comunidad, dado que ha permitido paralizar las obras. Sin embargo, durante estos meses aseguran que han existido intentos desde los titulares del proyecto por desacatar dicha orden, por lo que han tenido que estar constantemente atentos y fiscalizando que se cumpla con lo establecido.
Además, vecinos y vecinas han tomado acciones paralelas a lo legal para avanzar en la protección del humedal. Conversaciones con legisladores, solicitud de fiscalizaciones, reuniones con la Superintendencia y la Seremi del Medio Ambiente son parte de lo que han estado realizando. Sumado a una constante concientización de la comunidad para seguir ganando apoyos.
“Lo que estamos defendiendo es un patrimonio muy importante, así que si hay otra instancia a las que podamos apelar, lo haremos”, aseguró Isolde Medina.
Una lucha compleja y sin apoyo
Si bien en muchas luchas medioambientales los vecinos ven en sus municipios un aliado, en este caso la situación va por la línea contraria, pues la Municipalidad de Laja es parte de los titulares del proyecto, y según reportan los vecinos hasta ahora, no han cedido a tener conversaciones con la comunidad.
“En este caso el municipio es más bien aliado del empresariado y no quiere sentarse a dialogar o a estudiar la importancia que tienen los humedales y la naturaleza. No están dispuestos a tomar conciencia de la importancia de un tema que a nivel mundial está afectándonos, y yo creo que la labor de nuestras autoridades es estar del lado de nuestra naturaleza y de las personas, del bien común”, comentó el abogado Ulises Medina sobre este punto.
Para la abogada Carolina Rebolledo, la actitud del municipio no tiene mucha explicación, por lo que apela al desconocimiento que existe de las normas.
“Ignoro por qué el alcalde se ha comportado así con la comunidad. En realidad creo que es algo con el movimiento social que ha emergido en la comuna de Laja. Pero en definitiva el municipio también, quiero pensar, es así por la poca especialización en medio ambiente, lo que le lleva a razonar que tiene que ejecutar la obra sin someterlo al Sistema de Impacto Ambiental”, complementó.
“En una capacitación de la Seremi de Medio Ambiente nos informaron que están recién capacitando a las municipalidades en el reglamento de la Ley 21.202 que está en su trámite de toma de razón, así que quiero pensar que en realidad el Alcalde está pecando de ingenuo”, agregó.
Según explicó Isolde Medina, para la comunidad es muy lamentable no solo no contar con ese apoyo comunal por parte del alcalde Vladimir Fica, sino también el hecho de que ni siquiera han existido instancias de reunión para conocer las diversas posturas y generar acuerdos.
“Hasta el día de hoy formalmente el alcalde no nos ha querido recibir ni ha respondido a nuestras inquietudes, cosa que lamentamos de verdad (…) Sigue siendo incomprensible para nosotros e inaceptable que nuestra primera autoridad hasta el día de hoy no nos dé cabida para establecer un diálogo. Nosotros queremos un diálogo constructivo y democrático”, señaló.
Dentro del poco apoyo local que han tenido por parte de las autoridades, desde la Agrupación Salvemos La Señoraza destacan el del Consejero Regional del BioBio Javier Sandoval, quien en conversación con Radio Universidad de Chile expresó que si se ha puesto del lado de los vecinos es no solo porque apoya la protección del medio ambiente y se está haciendo lo correcto, sino también por la desprotección en que el municipio ha dejado a la comunidad.
“Son las primeras instituciones que tendrían que respetar la voluntad de la ciudadanía, de los vecinos a quienes representan y no estar generando proyectos en base a intereses solamente determinados por ellos mismos. Y aun cuando hay un Pladeco que pueda establecer lineamientos generales en un proyecto que a todas luces es invasivo, complicado y va a contrapelo de la tendencia que hay en Chile y en el mundo sobre preservar los espacios naturales. Esto es algo que por lo menos debió haber contado con consideración, consulta e incluso poder de decisión de parte de las comunidades”, señaló Sandoval.
Junto a esto, lamentó que este proyecto por lo demás está aprobado con fondos públicos, dado que, según explicó, la obra es financiada por el Gobierno Regional y fue aprobada hace un par de años también por el Consejo Regional.
En esa línea, cuestionó que autoridades electas como el Alcalde o los cores, junto a autoridades designadas como el intendente o los integrantes del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, hayan hecho vista gorda frente a este proyecto desde sus inicios. “Aquí hay poderes electos y designados que se confabulan para hacer que un mal proyecto, un pésimo proyecto, muy invasivo, muy destructivo de un tesoro natural irrecuperable avance, se concrete y termine aprobado”.
“Hemos estado constantemente acompañando a las organizaciones y a la Agrupación Salvemos La Señoraza en el territorio. Además también hemos interpelado las incoherencias, contradicciones, irregularidades, mentiras, la manipulación y el abuso en que están incurriendo muchas autoridades frente a este tema, donde en lugar de darle las gracias a la Agrupación de La Señoraza, de ponerse en el lugar de imitarlos, con su actitud lo que hacen es hostigarlos y respaldar a un alcalde que también los ha estado hostigando, desacreditando”, agregó el CORE sobre lo que ha sido esta lucha medioambiental en Laja.
A pesar de los pocos espacios de diálogo que han recibido los vecinos, y que hasta ahora la Justicia no ha estado de su lado, los vecinos y vecinas continuarán organizándose y defendiendo La Señoraza. Por ahora todos sus esfuerzos están puestos en prepararse para el momento en que la Corte Suprema ponga en tabla sus alegatos, así como también se enfocarán – tal como lo han hecho por los últimos seis meses – en visibilizar lo que sucede en Laja para poco a poco seguir sumando el apoyo de quienes decidan defender el medio ambiente nacional.